Los niños y niñas de este grupo de edad aprenden a utilizar el transporte público y todas las variables comportamentales que permiten que lo hagan de manera lógica y segura. Se desarrolla en ellos la capacidad de hacer deducciones con respecto a los eventos que pueden suceder en el transporte; generan conclusiones de su comportamiento como actores viales y aprenden a tener más control sobre si mismos de forma defensiva. En esta etapa los niños y niñas al adquirir control, valoran las acciones de las personas de su entorno, aunque condicionadas a quien pueden favorecer o de quien necesiten aprobación.
Están en condiciones de evaluar las circunstancias y decisión de los demás actores con quienes interactúa, en muchas ocasiones coincidir con ellos y obrar de idéntica manera si a su parecer está bien.
Los niños y niñas adoptan de manera efectiva los requerimientos necesarios para dar un uso correcto de los modos masivos de transporte público. Se focalizan varios aspectos que influyen en la moralidad de los estudiantes de esta edad, pero los más importantes son: la necesidad de ser parte en una sociedad y una sociedad de la cual debe defenderse; estas variables permiten optimizar su lógica comportamental y aceptación de las normas, además de una posición crítica ante ellas.
Los niños y niñas adoptan de manera efectiva los requerimientos necesarios para dar un uso correcto de los modos masivos de transporte público.
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